domingo, 3 de agosto de 2014

Dumoine

La canoa hiende
muros de verdor  tembloroso,
los secciona  con navajas de onda
y regresa al blanco del cielo.

Costillas de árbol,
pinceladas de tronco
duplicadas por manos inseguras,
el verdor enhiesto
extendiendo tentáculos al agua,
agolpándose expectante en la orilla.

Líneas de corriente,
líneas de canoa,
brochas de remo,
danzas de fuerza
sobre mantos vivientes,
abecedarios de agua y piedra,
caligrafías ondulantes,
goteo de palada,
truenos de cascada,
arquitecturas de onda:
arcos clásicos tensados por rocas,
postmodernidades ebullentes de espuma.

Fluidos de luz entremezclados:
mercurio de nube, hoja y cielo.

Tiempo fluido
entre orillas herbáceas,
instantes de músculo, roca y burbuja,
zambullidas de ocaso reverberante,
vértigos de adrenalina,
botes zozobrantes de río,
gritos apresurados,
mochilas y barriles flotando a la deriva,
naufragios a cámara lenta
hacia el abrazo consolador
de ensenadas tranquilas.

Cortes histológicos de espuma,
cenas de vértigo y cascada,
rascacielos de gotas
emergiendo de nieblas
atravesadas por lanzas de luz.

Libélulas en cópula,
cáusticas de zapatero,
ranas huidizas,
coletazos de castor,
la mirada de un zorro,
tortugas centinelas
en umbrales invisibles,
saltos de pez oscuro,
visiones de alce
emergiendo del río,
estatuas de águila
en ramas inmóviles.

Pinos rojos borboteantes,
pinos blancos abriéndose  al cielo,
espirales de troncos centenarios,
Marañas azules de bosque
arañando subidas de arteria
hacia acantilados aéreos,
horizontes ondulantes
de verde canadiense
cobijando las curvas del Dumoine.

Ritmos de lluvia
sobre lonas en tensión,
pieles erupcionando
en volcanes de insecto,
bramidos espeluznantes
en las noches vampíricas,
truenos de desgarro,
susurros de caída,
huesos en descomposición,
arias de pájaro
sobre fondos de brisa,
percusión de agua encabritada.

Caricias de viento, agua y sol.

Naranjas de tienda,
azules de barril,
formas de ropa tendida,                  
canoas invertidas
bamboléandose entre árboles
como insectos gigantes 
de mundos lejanos y amarillos.

Tiempo,
memorias,
amistades,
despedidas,
futuros inciertos
fluyendo hacia el Ottawa.          










domingo, 29 de junio de 2014

Fragile

La sirena duerme
sobre un colchón de algas
tejido con Autocad.
Los sueños encallan
en pupilas humeantes
de tinta de calamar.

Los semáforos muestran
la cara oculta de la Luna,
una flecha gigante
ha herido de muerte
a una casa de Waterloo,
los cables gestan
estalactitas de acuarela,
las polillas escalan
los riscos del Everest.

Torres de aire acondicionado,
ríos de metal hilado
refulgiendo en el ocaso de Newark,
Madrid ascendiendo
sobre un mar de tierra luminosa:
polvo, sudor y hierro,
el avión cabalga.

Reencuentro de sonrisas,
plazas difractadas
en vasos de cerveza,
pájaros humanos
comiendo por las ramas,
escombros que esconden
partículas de fra-gil-idad,
simetrías de recta
y de diagonal.

Tatuajes de muro,
ojos surfeando
en los vagones de metro,
corazones de bombilla,
latidos de agua,
respiraciones de cartón,
rizos asimétricos,
espirales de mirada.

Corrientes transparentes,
bicicletas deshinchadas,
artilugios absurdos,
pulpos y catapultas,
ladrillos con alma,
áticos hipnóticos,
besos de yeso,
cumbres desacostumbradas.

Cataratas invertidas,
brazos atravesando
las membranas del tiempo,
melodías de Viola,
los peces de la Mégisserie,
restaurantes ondulantes,
constelaciones de Europa.



sábado, 12 de abril de 2014

Händel

Quiero hablar
como en una ópera de Händel,
como en una ópera de Händel,
de Händel,
de Händel.

Quiero hablar
como en una ópera de Händel,
como en una ópera de Händel,
de Händel,
de Händel.

Los pájaros vinieron de repente,
los pájaros vinieron de repente,
los pájaros,
¡los pájaros!
al licuarse los sonidos de la nieve,
al licuarse los sonidos de la nieve,
los pájaros,
la nieve,
de repente.

Al licuarse los sonidos de la nieve.

Ha muerto el silencio
de las mañanas blancas,
ha muerto el silencio,
ya no existen las mañanas blancas,
el canto de los pájaros se siente,
el canto de los pájaros se siente,
se siente,
se siente.

jueves, 20 de marzo de 2014

Cosmología invernal


Puntas de sal y de hierro,
rayos de aire,
burbujas prisioneras del hielo.


El tiempo cuarteado.


Peces flotantes,
raíces invertidas,
plumas sangrando negrura,
máquinas en desintegración.


La mente se coagula
inflando los horizontes
de su fragilidad.


Supresión de Boltzmann,
homogeneidad invernal.

Noche

El viento se vacía en silbidos de desolación.
Un par de estrellas en un cielo muerto,
sólo hay vida eléctrica en los rayos de las farolas
explorando desiertos de hielo nuevo.

Las señales de stop crepitan,
vibran las grietas
del asfalto acristalado,
una bandera se agita,
mis pasos de perro herido
hienden las sombras
de mi perfil desdoblado
sobre aparcamientos vacíos.