domingo, 5 de febrero de 2012

Variaciones mecánicas

Es una mañana soleada. Los motores de la tramoya invisible del cielo se han activado y han descorrido el telón de la noche. El círculo del Sol avanza engranado sobre un arco de cremallera dentada, los pájaros se agitan sacudidos por hilos invisibles, las nubes se mueven empujadas por ventiladores.

Las moléculas de aire fluyen a caballo de una brisa con aromas mecánicos, un día perfecto para que dos físicos teóricos hagan sus pinitos en física macroscópica. K. tiene un coche que necesita mantenimiento: la correa de distribución y las correas de los ventiladores, alternador y compresor lanzan a gritos premoniciones apocalípticas. Lo que no tiene K. es ganas de gastarse más de mil dólares en un mecánico, sobre todo después de haber sido sangrado durante la inspección de seguridad requerida para la importación temporal de Coche a Canadá, en la que se detectó inesperadamente una artritis en un brazo de suspensión que no era cubierta por su seguro de salud. Y hablando de sangrías, es preferible no entrar en el tema de las vampíricas compañías de seguro canadienses, que pueblan las pesadillas de muchos con imágenes de hombres sin rostro, jeringas gigantes extractoras de dinero y sopletes que funden tarjetas de crédito.

Así que K. ha estado dando vueltas a la posibilidad de internarse en el mundo de la mecánica aficionada, un gran paso para alguien cuya experiencia mecanicista se reduce esencialmente al manejo de Hamiltonianos y Lagrangianos. Su amigo H. ha ofrecido su apoyo entusiasta desde el principio, y su ayuda no es nada despreciable porque su área de especialización teórica está relacionada con escalas de energía más cercanas a los procesos automovilísticos que aquéllas en las que se suele entretener el pensamiento kapuntístico. Aun así a K., en un extraño ataque de cordura, le entran dudas existenciales, pues al fin y al cabo la operación podría acabar con el motor del coche convertido en un ladrillo inerte, como bien le ha comentado su hermano ingeniero experimentado en batallas victoriosas entre montañas de cables, manchas de grasa, mantas de herramientas desperdigadas, multímetros empleados de maneras insospechadas y gatos hidráulicos heroicamente sustituidos por palés de madera superpuestos.

Las dudas han persistido varios días, en los que K. ha hecho investigaciones por los vericuetos de la red y ha encontrado información detallada de piezas, herramientas e instrucciones. Sólo falta el empujón final, la chispa adecuada de irresponsabilidad....

Y así pasan unos días durante los que no hay empujones que valgan, pero la respuesta llega insospechadamente en forma de una frase de un monje budista en una película,

¨Si encuentras ante ti dos caminos, uno fácil y otro difícil, escoge el difícil¨.

Así que el día ha llegado. Coche,  H. y K. están reunidos en el aparcamiento del instituto Perimeter, frente a uno de los laterales del edificio, con sus cristales de tinte dorado tipo nave espacial reflejando el cielo y las  ramas de árbol invernales. El pobre Coche está un poco nervioso por los riesgos de una cirugía llevada a cabo por principiantes. Claramente necesita un poco de mantenimiento tras haber cruzado fielmente el continente americano el pasado verano,  pero honestamente, preferiría que el trabajo lo hicieran profesionales. Pero bueno, si K. confió en él para transportarle a él y todas sus pertenencias a través de una trayectoria tortuosa de 7000km --bastante poco parecida a una línea recta, por cierto-- bajo los rigores del calor de Agosto, ahora es el turno de Coche para confiar en que K. sepa lo que hace (...). Así que un poco a  regañadientes firma con las huellas de sus neumáticos el consentimiento informado previo a la operación, y entrecierra los faros con aprensión cuando le inyectan la anestesia en el depósito -- detente, Dave... mi mente se va.... detente.... para, por favor... tengo miedo....detente, Dave-- ante la mirada entre atemorizada y escéptica de Mochila, que eleva los ojos al cielo en una expresión muda, con leves sacudidas hacia los lados.

H. y K. se lavan y preparan el campo quirúrgico colocando las herramientas en torno a Coche, junto con las hojas de instrucciones. K. Se pregunta si su otro hermano, cirujano, también opera siguiendo un libro de instrucciones, pero no hay demasiado tiempo para pensar, hay mucho trabajo por delante.

Los tornillos empiezan a ser retirados, y H., como buen experto en teoría de la información, se encarga de poner un poco de orden en vistas a la futura reconstrucción, pues si por K. fuera al final no habría sino una montaña de entropía metálica de la que Coche no podría re-emerger jamás en un tiempo finito.
La mandíbula de Coche es retirada con éxito y apartada. Varios buitres mecánicos empiezan a sobrevolar en círculos sobre la escena. Los tornillos se acumulan, van cayendo piezas en torno a Coche, el radiador del aire acondicionado se pela a un lado, los brazos de H. y K. se empiezan a llenar de grasa, tornillos, más tornillos, conductos de aire, llega el momento de drenar el sistema circulatorio del radiador, la sangre verde oxidada salpica el pavimento, pantalones, camisas, se olvida abrir una vía de aire en el depósito de expansión del circuito de refrigeración y hay que bombear el agua masajeando los tubos como si se ordeñara una vaca, menos mal que Coche está dormido con la anestesia porque si no temería por su vida ante la falta de experiencia de sus improvisados cirujanos, Mochila se frota los ojos y suspira, al final todo el agua se vacía y queda un buen charco, las herramientas empiezan a descolocarse y encontrar cada cabeza hexagonal es una aventura, los buitres mecánicos empiezan a graznar excitados, toca apartar el radiador principal según las instrucciones, pero ¿dónde están las instrucciones?, ¿pero qué son esos tubos rígidos debajo del radiador que no aparecen en la foto de las instrucciones?, habrá que desconectarlos, pero está muy duro, --prueba con la llave inglesa, no, hay que girar para el otro lado-- mggh#”%hmpf, ya está, mira, sale un líquido que parece bastante denso, a ver, tócalo, es bastante viscoso...no parece agua del circuito de refrigeración....mmm....más bien sabe a aceite de coche, ¡¡puaj!!, ¡¡tenemos una fuga de aceite!! malditas instrucciones, no viene nada de esto...rápido, cauteriza, quiero decir, ¡¡reatornilla! ¡Está perdiendo mucha sangre! --¿has conectado el equipo de circulación artificial?? ¡¡¡No me jodas!!!  De hecho, esto es bastante viscoso, Coche debe de tener el colesterol por las nubes. La batería está perdiendo voltaje, la señal se nos va, Carlos, ¡¡trata de arrancarlo!!! No des patadas al pobre Coche, no es una técnica de reanimación aceptada por la asociación de automóviles canadiense....Aaaaah, ya está cerrada la fuga, uff, no ha perdido mucha sangre...

En esto aparece el guardia de seguridad del instituto Perimeter.
¿Se puede saber qué leches estáis haciendo aquí?
Estamos intentando arreglar el coche... (Coche emite gorgoteos fantasmagóricos en su sueño anestésico).
Yo creía que simplemente iríais a cambiar alguna bombilla, y por eso no os dije nada...pero ya lleváis unas horas y no sé qué pasa aquí...
Queremos cambiar la correa de transmisión.
El guardia mira el rompecabezas de piezas desperdigadas. Los buitres emiten unos sonidos que en algún idioma siniestro han de ser risas.
¿Estáis seguros de que vais a ser capaces de montar esto?
Estoy seguro de que vamos a intentarlo...
Gorgoteos de Coche.
Pues a ver si lo hacéis antes de que anochezca, aquí no lo podéis dejar....además esta noche hay una celebración en el Instituto y el aparcamiento debería estar libre.
Estamos en ello...


Oye, sabes que efectivamente no es legal dejar el coche aquí por la noche, no?  Qué pasa si no conseguimos montarlo o arrancarlo?
Ehhh...mejor no pensar en ello...si no se puede no se puede...se podría llamar a una grúa. Pero pensemos en positivo, es hora de desmontar las correas.

Tras diversas maniobras conjuntas de H. y K. aplicando pares opuestos para desatornillar varias poleas, y una vez que se han añadido unas cuantas correas al caos de piezas en torno a Coche, queda al aire la correa de distribución, cerca del corazón, con algunos signos de desgaste. Pero antes de pasar a la delicada maniobra de transplante hay otras tareas que completar: en el kit de piezas de “cambie usted mismo su correa de distribución” que K. consiguió en la red venían algunos componentes extra como un termostato y una bomba de agua nuevos, que H. y K. pretenden intentar cambiar, con la excitante perspectiva de rebozarse en el charco de sangre grasienta de Coche y meterse por debajo de él para acceder a sus tripas.

Uf, huele un poco mal, me pregunto qué habrá comido Coche. Hmmm, esto no parece de fácil acceso. Pero por otra parte tampoco tenemos llave para la polea de la bomba de agua, ¡Esto no venía en las instrucciones!
Vaya putada. El tiempo vuela, ya son las dos de la tarde...vamos a tener que darnos prisa. Ten en cuenta que quedan 3 horas de luz...entra en Perimeter a ver si alguien tiene una llave.

Efectivamente, una técnico de sonido que está trabajando en algunas instalaciones para la fiesta nocturna en Perimeter presta amablemente una llave a K., pero no sirve de gran ayuda.

No vale. Voy a irme a comprar una llave.
En bicicleta? Vas a tardar tres siglos.
Ya...bueno, espera, he visto antes a un colega de mi grupo aparcar su coche, quizá él me lo deje...
¿Están los pájaros esos volando a menos altura o es mi imaginación?

Una hora después, K. regresa y encuentra a H. en el asiento del conductor, mirando abstraídamente a las sombras que planean en círculos sobre la escena.

Pues vaya si has tardado ¿Has conseguido las llaves?
Creo que sí.
Mientras estabas fuera ha vuelto el guarda, y no estaba contento.
Mmm...no sé si debería comer algo. Tengo el estómago vacío. Mochila sigue teniendo a la tortilla y las barras de cereales, verdad?
Venga, que se nos echa el tiempo encima, y estamos todo llenos de grasa, tenemos que ponernos a esto. Y no me extrañaría que Mochila se haya hartado de esperar sin hacer nada y se haya comido todo. Y no me hagas hablar del estropicio inenarrable que has hecho envolviendo la tortilla, que he echado antes un ojo y aquello no tenía nombre.

Mochila desvía la mirada con expresión de culpabilidad. Las manecillas del reloj CASIO digital de H. dan vueltas a un ritmo implacable.

Mierda, vaya pérdida de tiempo. Por mucho que tenga la llave nueva no puedo acceder todavía a los tornillos del termostato. Aaaaaaaahhhh. Se nos está escapando esto.
Calma, hay que ser constructivos. Olvídate de la bomba del agua, cambiemos las correas.  No tenemos tiempo, nos quedan dos horas de luz. Se nos va a ir Coche.

Pasan unos transeúntes.
¿Qué pasa, habéis tenido un accidente?
No, estamos intentando arreglar el coche.
¿De verdad? ¡Estáis locos!, parece destrozado. ¿¿Estáis seguros de que sabréis montarlo??

Oye, los buitres de arriba están haciendo ruidos muy raros. Sabes como alinear bien los ejes del motor?
Está en las instrucciones.

Las mentes de H. y K. se nublan con visiones de dientes de engranajes, tensores, pernos, tuercas, llaves hexagonales, de doce puntas, cabezas de Torx, Phillips, Allen, llaves inglesas, trinquetes, puntos muertos inferiores que resucitan de entre los muertos, ejes de levas, grupos de cigüeñales blancos volando  por el cielo en formaciones triangulares y anidando en cárteres aceitosos encajados en las ramas del lago cercano.

Los buitres graznan alertando de la aproximación de otro personaje que quizá signifique una amenaza en la competición por la carroña metálica.

Buenas tardes, ¿¿qué es todo esto??¿se puede saber qué estáis haciendo aquí? ¿Sabéis que esto es un aparcamiento privado?
Ehh...buenas tardes, sí sí, claro que lo sabemos, pero es que trabajamos en el instituto, estamos intentando arreglar mi coche.
(Breve mirada de sorpresa, que se endurece con algo de sorna). ¿En serio? Pues mira por dónde, yo también trabajo en Perimeter.
Ah muy bien, soy un nuevo postdoc.
Pues no me suena nada tu cara, y si realmente trabajaras aquí nos habríamos cruzado, ¿no? ¿No te parece un poco extraño?
(Mochila se ríe entre dientes, parece disfrutar de la situación, en contraste con K., que ya no lo ve tan gracioso tras nosecuántas horas sin comer, lleno de grasa hasta las cejas, viendo el tiempo pasar, la tarde caer y Coche totalmente destripado sin visos de mejorar, la moral empezando a deslizarse por un tobogán hacia profundidades estigias).
Ejem...quizá le ayude echar un vistazo a mi permiso de aparcamiento de PI colgando del espejo.
Hmgphg. Jpgtrs. Mghfp...gtrsw....pero...¿cómo me hablas con una forma verbal de respeto si no las hay en inglés? ¿acaso no estamos hablando en inglés? No entiendo nada. ¿Y cómo vais a acabar esto, si es que podéis? Se va a hacer de noche y el espectáculo no tiene muy buena pinta. Y dime quién va a limpiar este desastre, todo el aceite sobre el pavimento?
Es que apenas hay aceite, es en su mayoría líquido anticongelante.
Hmgfjptj. Pues a ver si podéis acabar.
En ello estábamos.
Hmpgtpj.

Al final sustituir la correa de transmisión es casi la parte más fácil gracias a las instrucciones de Internet, si se descuenta que un tornillo se parte al apretarlo porque hay algo de holgura en la fijación del tensor de la correa al bloque del motor, pero es casi mejor no pensar demasiado en ello,  y parece que al final los dos ejes del motor acaban correctamente alineados. Toca montar todo de nuevo, a la luz del atardecer...¿qué luz del atardecer? A la inexistente luz de la noche temprana, ayudados con algunas linternas.

Pero K., ¿¿qué leches estás haciendo?? ¿¿Te has metido algo? ¿Quieres montar la correa serpentina con un nudo en medio por ser original? Por dios, apártate, concéntrate, que nos queda mucho por hacer.
Es que no sé ni lo que veo ya. Y no he comido en todo el día, casi me tiemblan las piernas. Está empezando a hacer fresquito. Qué desastre. No sé si vamos a poder montar esto en la oscuridad. Pfff...esto está por encima de nuestras posibilidades. ¿Y si dejamos el coche aquí durante la noche?
Déjate de tonterías. Tenemos que intentarlo, hay que pensar en positivo y ser eficientes, venga, arriba ese espíritu.

Mochila empieza a susurrar  un motete  fúnebre a varias voces por el alma viajera de un coche.

Jodeeeer, se me ha partido la llave hexagonal, mierda mierda mierda. MIERDA. Eso me pasa por comprar las herramientas de saldo. Es que hay que ser gilipollas ¿Y ahora qué hacemos? Quedan otros tornillos por apretar...

Caen gotas aceitosas sobre el techo de Coche y alrededores. Parece ser baba de buitres mecánicos. H. y K. esperan que no sea corrosiva como en las películas de Alien. El tiempo pasa y al final no se sabe muy bien cómo pero la amalgama caótica de piezas y tornillos empieza a volar y converger ordenadamente hacia Coche como en una película invertida, pero con la iluminación bajada, el contraste disminuido, con efectos especiales de una débil luz de linterna danzando por los fotogramas, y con el  extraño añadido de que la entropía decreciente de las piezas parece transferirse a la localización de las herramientas, en particular las cabezas de tornillos y de llaves hexagonales. El reajuste de la mandíbula de Coche es un via crucis, el efecto de la anestesia empieza a disiparse y Coche intenta balbucear patéticamente dificultando aún más la colocación del parachoques frontal. Pero esto no es nada comparado con la maniobra de encaje del último tubo en la parte inferior del radiador, que trae consigo imágenes patéticas en plan Laoconte y sus hijos luchando contra las malvadas tuberías serpenteantes de plástico, con brazos y manos agitándose frenéticos para encajar las bocas de las serpientes en el radiador. Y se suponía que las serpientes tenían mandíbulas desencajables...

¡Esto es un milagro! ¡¡¡¡¡Hemos acabado!!!!!!  ¡¡¡AAAAAAAAHHHHHHHHH.... !!!!Dios mío, voy a tener pesadillas con el maldito tubo del radiador.
Y mira, ¡apenas nos han sobrado unos pocos tornillos!.

Bueno, habrá que intentar arrancarlo en algún momento, ¿no?
Uf, qué tensión...no sé si me atrevo...
….
Allá vamos... giro la llave y...

10 comentarios:

Dr. Zoidberg dijo...

Jajajaaajajja muy grande!!! Efectivamente los cirujanos usamos libros de instrucciones, pero nos los aprendemos de memoria por eso de las apariencias... La próxima vez deja en ayunas a coche para una anestesia general, que luego puede aspirar aceite en el refrigerador y la lías. Y mochila cantando el miserere cochei, ya le vale... Seguro que pensaba que la llave hexagonal estaba por lo menos en la basura...

Anónimo dijo...

Jajajajajajajjajajaja pero q risa con esta k.tiada!!!!! Creo q m la imprimo y me la leo siempre antes de entrar n una reunion para recordar q nada es imposible!!!!! CRACKS los dos, y el Coche porsupuesto....

k. dijo...

Jijiji, miserere cochei...
Gracias a los dos!

H. dijo...

Vaya risas he echado, pero esto no hace justicia a mi más bien escasa contribución física y absorción de grasa... Por suerte los documentos gráficos son elocuentes.

k. dijo...

La que menos se engrasó fue Mochila, así que no te quites mérito... :)

Jenifer dijo...

¡Bueno, bueno! no pensaba que hubiera sido algo tan al límite, ahora me sorprende que lo consiguierais. Seguro que si escribes la crónica de la excursión con raquetas alucinamos... En fin, ya lleváis dos retos superados, ¿cuál será el próximo?

k. dijo...

Jeje Jen, no te preocupes que nos buscaremos nuevos retos. Y aún queda por cambiar la bomba de agua...

Joao dijo...

Surely you are not expecting me to read all this...and in Spanish!!

k. dijo...

Señor j., no sólo espero que lo leas, sino que también lo traduzcas al portuñol. Seguro que queda mucho mejor :)

Joao dijo...

Diciertio quie nion iespierias quie io lieia iestio tiodio y ien Iespianhiol...