jueves, 20 de marzo de 2014

Noche

El viento se vacía en silbidos de desolación.
Un par de estrellas en un cielo muerto,
sólo hay vida eléctrica en los rayos de las farolas
explorando desiertos de hielo nuevo.

Las señales de stop crepitan,
vibran las grietas
del asfalto acristalado,
una bandera se agita,
mis pasos de perro herido
hienden las sombras
de mi perfil desdoblado
sobre aparcamientos vacíos.



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