sábado, 9 de mayo de 2009

De nuevo en California


Me despedí de Madrid saludando a Carlos V en el Prado.

En Heathrow, los muros de hormigón sangraban lágrimas de oscuridad, estalactitas de humedad londinense. Los turbantes de los sikh eran islas de tradición, estandartes de un pasado que intenta encontrar su lugar en medio del entramado desordenado de conductos, tuberías, pasarelas, aviones, líneas en el asfalto y multitud de vehículos. Islas de negrura flotando a la deriva en la modernidad, conquistando sus pequeños reinos de familiaridad en la impersonalidad aséptica y vacía que impregna los interiores relucientes y los exteriores mecanizados del aeropuerto.

Y en Los Ángeles, las palmeras dormitaban.

1 comentario:

Liese dijo...

Vaya, de poner los pelos de punta. Espero que estés bien y todo eso. Besos desde el otro océano.

Qué soledades.