miércoles, 7 de octubre de 2009

La ciencia española no necesita tijeras

Como científico postdoctoral español en el extranjero con una beca MICINN-Fulbright financiada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, agradezco la oportunidad extraordinaria que se me ha brindado para llevar a cabo investigación en una universidad puntera. Mi estancia en este centro está teniendo y tendrá un impacto enorme en mi formación científica.

Desgraciadamente, muchos científicos españoles en formación dejarán de tener las mismas oportunidades si se hace efectivo el recorte del 15% de gastos no financieros en investigación --becas, contratos para no funcionarios y proyectos de investigación-- que el Gobierno español propone para los presupuestos de 2010.

Este recorte llega cuando el gobierno ha mantenido desde su programa electoral de 2004 que la investigación iba a ser uno de los pilares de su política. De hecho, las inversiones en investigación subieron sustancialmente en las pasadas dos legislaturas. En la actualidad estamos ciertamente en tiempos difíciles de crisis económica, pero la reducción dramática propuesta en gastos de investigación es un disparate cuando la salida del bache económico pasa por invertir en futuro y reconvertir la economía fomentando la investigación y el desarrollo.

Esta entrada de blog llega como consecuencia de la iniciativa comenzada en este blog, que ha dado lugar esta página web. Se han escrito incontables líneas en una creciente multitud de blogs protestando por las medidas que pretende aprobar el gobierno, dando un sinfín de razones y números. En este mar de razones y números, poco puedo aportar, así que intentaré esbozar una visión personal sobre el pobre estado de las ayudas a investigadores en España y el desprestigio que esto causa en la imagen del país a nivel internacional basada en mis propias experiencias con respecto a las becas MICINN-Fulbright.

Pedí mi beca en la convocatoria de 2008, que se hizo pública en Marzo de ese año. La convocatoria de estas becas solía ser bianual, pero ya en 2007 no hubo ninguna convocatoria, hecho que parece que quedó olvidado en el silencio. Las bases de la única convocatoria de 2008 estipulaban que las estancias de investigación podían dar comienzo en Septiembre de 2008; yo mismo solicité comenzar en Octubre. El proceso de solicitud exigía contactar con una universidad extranjera, que debía elaborar una carta de aceptación-invitación con las fechas estipuladas. Llegaba Octubre y no había resolución, y muchos nos vimos obligados a escribir mensajes a científicos mundialmente reconocidos comentando que lo sentíamos, pero que aún no sabíamos si nos habían concedido la beca, aunque la estancia debería empezar ya mismo, y que no sabíamos a ciencia cierta cuándo podríamos incorporarnos, de hecho no sabíamos ni siquiera si íbamos a ser agraciados con la beca. Y estamos hablando de centros de prestigio internacional que muchas veces tienen problemas de espacio para alojar a todos los científicos que desean acudir a ellos, con lo que para su planificación de la distribución de espacios es importante ser preciso con las fechas. Y según pasaba el tiempo teníamos que mandar más mensajes diciendo que todavía no, que no sabíamos nada; creo que no es necesario comentar la impresión que esto debía causar en las universidades de destino. No me extrañaría que muchos científicos de renombre se lo pensaran dos veces si en el futuro reciben solicitudes por parte de investigadores españoles que quieren solicitar una beca MICINN-Fulbright.

De todas maneras, no parece que esta situación vaya a darse próximamente: no ha habido más becas desde entonces, y parece ser que no habrá por un tiempo. Esto contrasta con las promesas que muchos vimos hacer en persona a un funcionario del Ministerio, cuando, una vez publicada la resolución de las becas –el 21 de Noviembre, dos meses después de la fecha estipulada para que las estancias pudieran empezar-- en una reunión de aspirantes al programa Fulbright, intentó convencernos de que el retraso en las becas era simplemente debido a una cuestión técnica sobre las partidas presupuestarias, pero que en 2009 se volvería a la normalidad, y, es más, habría dos convocatorias, y la primera saldría sin ninguna duda en el primer trimestre.

Estamos en Octubre. No ha habido ninguna convocatoria de becas postdoctarles hasta el momento.

Durante mi espera para la resolución de la beca, estuve en el paro. No fueron tiempos fáciles, con toda la incertidumbre sobre si, en primer lugar, tendría la beca, y, en segundo lugar, cúando podría incorporarme. Aposté por esperar a la beca, y tuve suerte. Mucha gente que haya apostado por las becas de 2009 estará en una situación bastante desesperada, y muchos jóvenes con talento dejarán la carrera investigadora por falta de incentivos y expectativas de futuro.

Cada año se crean nuevas generaciones de potenciales jóvenes investigadores. Son gente idealista, con ideas y capacidad de traer innovación al país, pero la indiferencia con la que se trata a la investigación en España, la escasez de perspectivas, de ayudas, contratos y becas, hará que muchos decidan abandonar la investigación o irse a otra parte. Al gobierno no parece importarle diezmar a un par de generaciones de científicos. No parece darse cuenta de que los recortes en investigación son también recortes de futuro.

3 comentarios:

Irene dijo...

Bien explicado, muy ordenado, sobre todo la estructura interna de las oraciones y el uso de tiempos verbales (modo en realidad). Gracias Carlos.

Dr. Encabo dijo...

Hay mucha razón en tus palabras. Yo puedo aceptar que haya recortes en el número de becas y contratos, si un estudio muestra que no hacen falta más doctores en el modelo económico del país. Puedo aceptar que bajen el sueldo de los investigadores, si consideran que éste está por encima del valor de mercado. Puedo aceptar que cada investigador tenga que demostrar sobradamente su valía y compararse con los estándares que un estudio imponga a los aspirantes a investigadores que pretendan dedicarse a este negocio.

Lo que me parece inaceptable es que en este país se obvien los estudios, los análisis y la planificación a medio y largo plazo. Y que se gaste en investigación, en vez de invertir. Y, asociado a esto, que los investigadores seamos niños caprichosos que piden la paga al Estado en vez de profesionales cualificados que cobran por realizar un trabajo.

Así nos luce el pelo.

k. dijo...

Gracias, filóloga Irene.
Gracias, Dr. Encabo. Estoy de acuerdo con todo lo que dices, me parecen palabras muy sabias.