martes, 5 de octubre de 2010

Auf wiedersehen

“Omi” se ha marchado. Me enteré de camino a Los Ángeles, y la noticia no parecía real. Aún no parece real, como si la distancia geográfica me hiciera ver las cosas al otro lado del Atlántico tras un velo onírico, acentuado por el desfase horario, como si viviera al otro lado de un océano mental. La perplejidad dio paso a un torrente de recuerdos que se abrieron paso en el limbo californiano de mis pensamientos, por entre las líneas depuradas y las vistas emborronadas por la calima del centro Getty, observando desde la colina el demente desparrame de hormigón de Los Ángeles. Entre la neblinas del horizonte y los cactus de los jardines, los recuerdos vinieron punzantes a tomar forma en la consciencia. Omi relatando cómo de niños balbuceábamos ilusionados su nombre en la oscuridad cuando entraba en el cuarto, recién llegada de Alemania, preguntándonos en voz suave si sabíamos quién era. Omi ayudándonos a Martin y a mí a dar los primeros pasos, cada uno de los gemelos tirando para un lado, en una imagen que no sé si proviene de mis propios recuerdos o de la historia tantas veces contada. Mis peluches favoritos, cuentos en alemán, elefantes y topos, la pasión por el arte y el dibujo, la primera caja de óleos, historias de pintores, maquetas y dibujos de barcos, el primer viaje a Alemania, el erizo del jardín, bicicletas, vallas de madera y parques verdes, la casa del árbol, el olor característico de la casa de Oberneuland, las risas del teatro con mis hermanos y hermanas, el sabor de los dulces navideños alemanes, mis dos últimas apariciones improvisadas en Bremen, sin avisar, la cara de perplejidad de Omi y Onkel Martin en el umbral de la puerta.

Me senté al pie de una escalera, paralizado sin saber muy bien qué hacer, vaciando la mente y desenfocando la vista al infinito del cielo blanquecino. Y decidí recordar a Omi haciendo lo que me ella me enseñó a apreciar tanto: abrir los ojos, asombrarse y dar unos trazos en papel. Enfrente estaba la escalera fugándose hacia las profundidades.

Danke für alle.

6 comentarios:

Pajarita Frenetica dijo...

Sehr gut. Ich denke an dich. Umarmungen.

k. dijo...

Vielen Dank :)

Núria dijo...

Lo siento mucho. Un besote!!!

k. dijo...

¡Gracias, Nuria!

Dr. Zoidberg dijo...

Gracias por escribir lo que todos los germanos sentimos...

Una brazo, de camino a Bremen.

k. dijo...

Danke dir. ¡Un abrazo de vuelta!