domingo, 11 de abril de 2010

Reconstrucción n. Final. Principio.




Este dibujo representa lo mejor y lo peor de mí mismo, como bien saben los que me conocen. Llegó el momento del final. El reto autoimpuesto se ha acabado. Extravagante, irracional, obsesivo. Pero una fuente de autoconocimiento. Hemos recorrido mucho juntos, y ahora hay un sentimiento de partida extraño. Los dos nos miramos con sonrisas nostálgicas pero con el corazón aligerado, reivindicando el placer y la autenticidad de lo innecesario. La reconstrucción no era la de una fachada de catedral. Y siempre estará inacabada. Siempre tiene que haber nuevas páginas en blanco.

viernes, 9 de abril de 2010

Nueva York

Precipicios de piedra,
gargantas de sombra hacia el cielo,
caleidoscopios de furia audiovisual,
la desintegración de la mente moderna,
selva mineral presionando
la abstracción ortogonal
de un desierto verde,
bosque cristalográfico
bajo una lluvia de líneas punzantes
que se clavan euclídeas en el hormigón.
Nubes paseándose entre prismas,
los haces de luz perdiéndose en las esquinas,
reflejos resonando
en las facetas del mediodía,
la tarde consumiéndose ardiente sobre el mar.
La indiferencia desterrada,
la conciencia fragmentada
en la maraña oscura
de un cuadro de Pollock,
derritiéndose lentamente
sobre los doce compases
de una canción de blues.