sábado, 19 de septiembre de 2015

Andrei Rublev


Desde el barro húmedo y aplastado del dolor,
desde el metal humeante de las pasiones que agonizan,
desde los gritos inaudibles de los caballos caídos,
forjemos nuevos sonidos
que inunden nuestras esperanzas.

Arrebato y verdad.