sábado, 19 de septiembre de 2015

Andrei Rublev


Desde el barro húmedo y aplastado del dolor,
desde el metal humeante de las pasiones que agonizan,
desde los gritos inaudibles de los caballos caídos,
forjemos nuevos sonidos
que inunden nuestras esperanzas.

Arrebato y verdad.

lunes, 27 de julio de 2015

Dando brillo



Ceci n'est pas une pipe

Esto no es una pipa.

Es donde arden las ilusiones heridas.



Esto no es el lago Erhai.

Es un espejo entre dos personas.



Esto no es un espejo.

Es una frontera entre amor y desamor.



Esto no es un muro.

Esto soy yo.


Esto no es un poema,
es una tortuga entre símbolos,
equivocándose, incapaz de ver
que en  el brillo de los arrozales
se oculta el acero de la realidad.

martes, 7 de julio de 2015

Radiactividad emocional


Ella se aleja por la pradera
de un mundo lejano,
yo tumbado mirando
desde las cuencas vacías
de mi cráneo blanquecino.

Paralizado, mis pulsaciones robadas
por mi imagen en sus últimas fotos
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las de mi autopsia sentimental.

Costillas desnudas desgajadas,
los huesos apenas unidos
por los ligamentos de la memoria.

Soy un esqueleto de búfalo
en una pradera de Yunnan.

Montañas de escombros
en grises ciudades chinas,
remos canadienses
hendiendo dolorosas
reminiscencias líquidas,
campanas inglesas
que cuantifican
mi tasa de desintegración.

Radiactividad emocional.

Maldigo el colapso
de mi función de onda,
quién pudiera
des
      d
      o
         blar
                 s
                 e
                    por el mundo,
mientras oigo las voces
de mi propio
tribunal de acusación.

Huellas de muro
sobre fondo negro,
un prisma de yeso blanco
que condensa
la belleza
y la dureza,
los límites geométricos
de los corazones humanos,
mientras ella
sigue alejándose,
ella,
que me enseñó lo que sienten
los pájaros posados en las ramas.

viernes, 24 de abril de 2015

Blade runner

El tiempo llueve

sobre las nieblas radiactivas de Los Ángeles,
sobre las azoteas azules de Madrid,
sobre cornisas goteantes de miedo.

Llueve   

tras las pupilas huidizas de los búhos,
tras las retinas asustadas
de las máquinas con alma.

El tiempo llueve

sobre aleteos de paloma
hacia naves ardientes
más allá de Orión,
sobre ventiladores coronados de luz,
sobre tentáculos de claridad
que tantean patios de negrura.


Una buena vida le espera
en las colonias de otros mundos.


Cross now,
cross now.


Soplan ráfagas de sintetizador
entre las hojas de periódico
que se abrevan en los charcos.

El tiempo húmedo resbala
 
por paredes rotas a puñetazos,
sobre manos agarrotadas
que se intentan clavar a la vida,
sobre procesiones de santos
y unicornios de papel,
sobre casas en Shanghai
con heridas de cuadrados rojos.

Llueve

sobre las tumbas de familiares
en países lejanos,
sobre los ecos que no escucharé
de los primeros llantos
de los hijos de mis hermanos.


Una buena vida le espera
en las colonias de otros mundos.


Don't walk,
don't walk.


El tiempo llueve
sobre los extraños que miran
desde detrás de los espejos.


Cross now,
cross now.


Una buena vida le espera
en las colonias de otros mundos.


Muerte y resurrección,
lamentos de trompeta
y de sintetizador,
paraguas de neón,
túnicas púrpuras
y sombreros de cohete,
figuras crucificadas
frente a los altares
del hedonismo madrileño.


Don't walk,
don't walk.


Un falso extranjero
entre la puerta del Sol
y la puerta de Tannhäuser
sueña con colonias lejanas
y rebaños de fórmulas eléctricas.


Cross now,
cross now.