Un día me desperté y en el mundo no había esquinas.
Mis lágrimas rodaron horadando triedros en el suelo,
mi corazón cúbico desgarraba mi pecho en cada latido.
Las palabras brotaban afilando al mundo
con la dureza del diamante, tratando de someterlo
a
la
geometría
implacable
del
lenguaje.
2 comentarios:
Tu trabajo es buscar la geometría en el mundo...el mío es hacer los cerebros de la gente más geométricos!!p
podrías haber compuesto tu poemas en versos palíndromos...
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