Como los mitos,
las grandes leyendas,
las ideas geniales,
innecesarias,
Machu Picchu es un pulso
tras la bruma,
una quimera de nada.
El sol derrite la ausencia,
lenta la nada condensa
en roca y nubes
y picos flotantes,
en bosque y río
y matemática de piedra
suspendida sin sentido
en la niebla de lo posible.
Rumores tropicales,
alturas escarpadas,
la rectitud de la lógica,
ángulos de verde y piedra,
espuma de nube
borboteando de inmortalidad
en las cumbres.
2 comentarios:
Geniales los dibujos! Es una de las ruinas ancestrales que me quedan por visitar :)
Merece la pena con creces
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