Las palabras se agitan.
Como partículas elementales,
brotan espontáneas del vacío
para morir en la nada
de los silencios.
Como los fotones
apantallando a las cargas,
las palabras se agolpan
en torno a las cosas,
ideas, personas;
enjambres de conceptos
que difuminan el mundo,
fluctuando en las esquinas
suavizadas de sílabas.
Hervideros de símbolos.
Llueven palabras.
Rasgan la realidad
con espirales de significado.
Los dedos nunca llegan
a alcanzar las superficies,
sólo intuyen la repulsión
de las nubes de electrones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario