martes, 8 de abril de 2008

Encuentros electromagnéticos

Tengo un número de teléfono americano. No es que el número sea americano en sí mismo, los números son universales; más bien debería decir que tengo una tarjeta de teléfono que tiene una identificación numérica unívoca en la red telefónica mundial, de modo que parte de dicha identificación incluye un código que asocia a dicha tarjeta a una red telefónica estadounidense, e incluso más aún, también comprende a otro código que la relaciona con el área geográfica metropolitana del norte de San Diego.

Y hablando de identificaciones unívocas, un día recibí un mensaje de un número no identificable que probablemente iba destinado a otro nodo de la red telefónica americana distinto del que codifica el número de mi tarjeta. Encendí el móvil una mañana y al poco rato silbó anunciando la recepción de un mensaje. Aparentemente había sido enviado sobre la una de la madrugada hora local, y decía:

“Me duele la tripa otra vez. ¡Y sólo pasa de noche!.”

He de reconocer que el mensaje me dejó perplejo por su maravillosa aleatoriedad y por la inocente confesión de sufrimiento cotidiano procedente del área 619 del sur de San Diego. Pasó un día en el que no respondí al mensaje, pero de alguna manera no podía dejar de pensar en que tenía el deber de reaccionar ante tan estupenda e irrepetible muestra de caos vital emergiendo de los aparentemente asépticos códigos numéricos telefónicos, de vida humana pulsando y sufriendo y equivocándose tras el muro inerte de la tecnología.

Así que me vi en el deber de responder de una manera que estuviera a la altura de tan irrepetible acontecimiento.

“Ay los estómagos malos. Hay que tener tripas para decirles a las ídem que se mantengan calladas, pero a veces simplemente no escuchan...el lenguaje intestinal tiene una gramática complicada.”



“¿Quién ha escrito esto?”

“Sólo un desconocido aleatorio que recibió un mensaje aleatorio, probablemente por error, que mencionaba dolor estomacal, y que lo encontró tan divertido y surrealista que se vio obligado a responder”.

“¿¿¿¿Qué????”

...

“¿Cómo has conseguido mi número?”

9 comentarios:

noema dijo...

Me gustaría equivocarme algún día de nodo destinatarío y encontrar a alguien del otro lado de la linea. Quizas siempre haya alguien, pero por mi tonta manía de comprobar a que nodo mando los sms no los encuentro. Debo de dejar de tener tanto cuidado y dejar que el azar mueva un poco mas el sistema.

Molti baci

toni dijo...

mandame tu número de identificación, y te llamo para hablarte de mi estómago. y te cuento cómo te pueden llamar gratis desde españa todos los estómagos de tus amigos.

camaradeniebla dijo...

Me encanta.Aunque yo me agobiaría.

k. dijo...

Efectivamente, el asunto tiene ironía a varios niveles. A nivel más bajo, yo recibo un mensaje de algún o alguna desconocido/a, que de alguna manera invade mi intimidad. Pero al responder al mensaje me convierto automáticamente en un meta-acosador que invade inesperadamente la intimidad del acosador inicial involuntario. Podría argumentarse que el meta-acoso es más intimidante que el acoso, dado que éste era presumiblemente impremeditado, pero ya expliqué que mi meta-acoso fue forzado por las circunstancias, por la afloración inesperada de un imperativo ético de reaccionar adecuadamente ante el carácter irrepetible y surrealista de la situación. Tenía el deber de responder, de no ignorar este extraordinario acontecimiento. Id est, que no haber respondido habría sido más inmoral que el hecho de responder/acosar al desconocido/a al otro lado del nodo telefónico.

camaradeniebla dijo...

¿puedo ponerlo en mi blog?

Dr. Zoidberg dijo...

Ja ja ja ja ja ja... muy buena, Kapunto!!
Además sospecho que le has curado su dolor de tripa. Probablemente ahora tenga un trastorno delirante crónico con manía persecutoria!!!

k. dijo...

Ana, ni tienes que pedir permiso...

Anónimo dijo...

En USA te empapelan por menos de eso. Y para la reflexión, el imperativo que te llevó a responder, ¿ético o erótico (en el sentido sensual)? :)

Un abrazo
Juan

noema dijo...

creo que tu relato pudiera ser tambien el origen de este: http://trst-cronopia.blogspot.com/2008/04/sms.html

ten cuidado, baci