jueves, 17 de abril de 2008

Foto mental: taquería

Una taquería en una ciudad fronteriza mejicana. Una terraza toda pintada de azul celeste, el suelo de hormigón, las mesas de metal con almohadillas rígidas circulares acopladas a las varillas de su estructura, los tacos refulgiendo con destellos azules, el tejado de caña marrón. Un hombre con vida, ropa y guitarra gastadas canta en un rock pausado y pegadizo sobre cómo es una persona de éxito, el amo del lugar, sin miedo al futuro, con coches caros y una novia artista que trabaja en la televisión. En la calle sopla un viento arenoso sobre la calzada polvorienta y llena de cicatrices, entre las filas de postes de luz alineados cada pocos metros y con inclinaciones ligeramente disonantes, los cables colgando en todas direcciones en una telaraña de catenarias densa y desordenada. Los negocios tienen carteles coloridos pintados a mano, reciclados de empresas anteriores; tras las letras claras de “tortillería” pueden intuirse los restos negruzcos e invertidos de “taquería y restaurante”. Hay gente en la calle. Subidos en la parte trasera de una ranchera unos niños de pelo liso y ojos de brea tararean melodías dulces con voces tímidas, levemente desacompasadas, irradiando paz en el cielo de los tacos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Increible, todavía no hay un comentario de Ana :)

camaradeniebla dijo...

Anónimo, qué malo eres.Una no puede estar todo el día en la blogosfera.

k. dijo...

Ana se merece un homenaje por tener la paciencia de no sólo leer mis tonterías sino además escribir en los comentarios.
El anónimo no anónimo es también un fiel lector, y todos los que hemos desanonimizado su anonimismo en algún grado alguna vez en la vida sabemos que le gustan los comentarios punzantes :)

Dr. Zoidberg dijo...

Faltaba mi comentario!! Que no se diga que yo no soy también un fiel lector... aunque por mi trabajo no puedo estar 24 horas pegado a un ordenador :)

Anonimismo suena a animismo... bueno, y a otras cosas también, si le quitamos las dos primeras letras... oh, anónimo anónimo, ¿crees que los caprichosos espíritus de blogger desatarán su ira contra nosotros si no sacrificamos nuestro tiempo en responder a las kapuntiadas?

camaradeniebla dijo...

¡eso¡